Bárbara C.septiembre 2018
Yo estaba pasando por un periodo de depresión por la muerte de mi madre, me sentía amarga por dentro y nada alegraba mis días. Estuve tomando antidepresivos un buen tiempo, que me había recetado el doctor, pero ya no quería seguir tomando más medicamentos que no me estaban ayudando y que por el contrario me mantenían con baja energía. Quería dejar de sentirme como me sentía, entonces comencé a tomar flores con Camino de Loto, sin mucha fe ni expectativas de que me pudieran ayudar. Pero la terapeuta me dijo que no era necesario que tuviera fe, porque las flores sabían lo que tenían que hacer y solitas lo ivan a lograr, solo tenia que ser responsable y tomármelas en los horarios que había decidido y en la dosis indicada. Para mi mayor sorpresa las florecitas comenzaron a trabajar en lo que necesitaba mejorar y me hicieron muy bien y al cabo de unos cuantos frasco ya me sentía mucho mejor. La terapeuta tenía toda la razón, no necesitaba fe, que en ese tiempo tampoco tenía. Deje de tomar medicamentos y seguí solo con las flores hasta que ya no las necesite más. Las recomiendo con mucha seguridad porque son naturales y si o si ayudan a mejorar, en mi caso me ayudaron a sentirme mejor y aceptar lo que no puedo cambiar y que es parte de la vida.